LAMPHOST

Lamphost nació hace diez años como un proyecto de skate: una pasión clara, un trabajo de fin de grado y un grupo de amigos con más ganas que recursos. Ese fue el punto de partida.

Tras años de altibajos, Charly —fundador del proyecto— descubrió la alta montaña. Las temporadas en la nieve de Sierra Nevada (Granada, España) cambiaron su perspectiva y abrieron una nueva vía para la marca. Con otra mentalidad, un enfoque más maduro y un equipo renovado, la farola de Lamphost volvió a encenderse.

Hoy Lamphost se encuentra en Innsbruck, una ciudad rodeada por los Alpes austriacos. El traslado no es casual: buscamos elevar la calidad en todo lo que hacemos, desde los productos hasta el contenido. Sin más recursos que la convicción y el trabajo, la marca entra en su segunda etapa con un propósito claro: crecer.